Leo llegó a nuestro estudio con 15 días. Para una sesión de recien nacido el mejor momento es antes de los 10 días, pero Leo, que sus papás son de origen chino no es tradición hacer las sesiones tan pronto por lo que se les echo el tiempo encima sin darse cuenta, cuando llegaron a nuestro estudio ya pasaba de estos días.
Sabíamos de los inconvenientes que nos podiamos encontrar con un recien nacido de estos días pero Leo se portó genial dejándonos disfrutar con nuestro trabajo y por supuesto sus papás estuvieron toda la sesión de newborn confiados en nosotros, relajados y disfrutando de esos momentos.
Al final nos dejó imágenes tan tiernas como las que os mostramos.